Historia, Construcción y deterioro del Mercado Fermín Lopez
Origen
Sobre un antiguo
convento de un barrio de la ciudad colonial cuyo nombre debe a la
Iglesia de Santo Domingo, se levanta un interesante centro de abasto.
Cuenta la historia local en referencia al convento mencionado, que se
levantaba hacia el lado oeste de la Iglesia que aún se conserva pero
con severas transformaciones que correspondía a la orden de los
dominicos.
El periodo republicano obligó a que sus moradores se hayan trasladado a otros ámbitos geográficos para dejarlo en completo abandono. A finales del siglo XIX el municipio decide aprovechar este espacio para levantar un mercado denominado en su primera época como "Central" que subsistió hasta principios del siglo XIX.
El periodo republicano obligó a que sus moradores se hayan trasladado a otros ámbitos geográficos para dejarlo en completo abandono. A finales del siglo XIX el municipio decide aprovechar este espacio para levantar un mercado denominado en su primera época como "Central" que subsistió hasta principios del siglo XIX.
Fue en la gestión del munícipe,
Fermín López en la década de los años diez que dedicó su
atención a la construcción de un mercado con características
modernas para la época y en homenaje a esta personalidad debe su
nombre. De esta manera se concluye el edificio con grandes espacios
para tiendas de productos. En una de ellas hacia la calle Ayacucho se
ubicó el Cuartel de Bomberos de la Compañía Eslava.
En el lado sur funcionaba el antiguo matadero que aún conserva sus ganchos para colgar las reses muy cerca al expendio de los tradicionales helados de canela y tal vez herederas de aquellos que antiguamente vendía doña Demófila a finales del siglo XIX en la Plaza del Regocijo.
Este mercado tiene tradiciones orales que perduran, una de ellas cuenta de sus habituales visitantes que cumplía la función de aguatero, el "loco" Alberto, que según la leyenda era un hombre perturbado que asiduamente proveía de agua a las vendedoras del mercado. La historia de cómo llegó allí nadie conoció, sólo era especulación, sin embargo, era convocado por las señoras humildes que no sabían escribir y que dedicaba un tiempo a la escritura de cartas dirigidas en prodigiosa letra a los soldados durante la Guerra del Chaco sobre un cajón de madera a modo de escritorio. Se cuenta que su vivienda se encontraba en alguna de las cuevas del Pie de Gallo al cual acudían también alumnos del Colegio Bolívar para ser orientados en algunas, pues su formación intelectual era vasta y reconocida más allá de su identidad. Al fallecer este personaje, las vendedoras de este mercado organizaron una colecta y le ofrecieron una cristiana sepultura en el Cementerio General.
De esta manera, conocemos este mercado cargado de tradiciones y también de alguna leyenda que refleja la identidad de una ciudad que se enriquece de aquellos Rincones de mi Tierra.
En el lado sur funcionaba el antiguo matadero que aún conserva sus ganchos para colgar las reses muy cerca al expendio de los tradicionales helados de canela y tal vez herederas de aquellos que antiguamente vendía doña Demófila a finales del siglo XIX en la Plaza del Regocijo.
Este mercado tiene tradiciones orales que perduran, una de ellas cuenta de sus habituales visitantes que cumplía la función de aguatero, el "loco" Alberto, que según la leyenda era un hombre perturbado que asiduamente proveía de agua a las vendedoras del mercado. La historia de cómo llegó allí nadie conoció, sólo era especulación, sin embargo, era convocado por las señoras humildes que no sabían escribir y que dedicaba un tiempo a la escritura de cartas dirigidas en prodigiosa letra a los soldados durante la Guerra del Chaco sobre un cajón de madera a modo de escritorio. Se cuenta que su vivienda se encontraba en alguna de las cuevas del Pie de Gallo al cual acudían también alumnos del Colegio Bolívar para ser orientados en algunas, pues su formación intelectual era vasta y reconocida más allá de su identidad. Al fallecer este personaje, las vendedoras de este mercado organizaron una colecta y le ofrecieron una cristiana sepultura en el Cementerio General.
De esta manera, conocemos este mercado cargado de tradiciones y también de alguna leyenda que refleja la identidad de una ciudad que se enriquece de aquellos Rincones de mi Tierra.
Construcción
Entre muchos logros
que tuvo Oruro, se encuentra el hecho de que el Mercado Central
Fermín López es el primero que fue construido con materiales
importados de Inglaterra, además de ser ensamblado por un experto
paceño, adelantó el historiador Miguel Salas.
Las columnas de hierro, tirantes y calaminas fueron importadas desde ese país europeo, integrante de Gran Bretaña, a Oruro, una gestión que realizó el embajador de Bolivia en Londres, por ese entonces, Luis Zalles.
El paceño Adán Sánchez, fue quien edificó la construcción al igual que la Casa de Correos, la Aduana, el Palacio Prefectural, fue un profesional titulado en Paris
La obra fue iniciada por el alcalde de entonces José Víctor Zaconeta en 1903, para que Oruro cuente con un mercado central especializado ya que solo se podía ver las descargas de productos que traían a las zonas circundantes de la ciudad, que eran transportados con ayuda de mulas o llamas.
Este mercado se constituye en una muestra única por ser de hierro, y construido en primera instancia por el italiano Roque Montano, para ser concluida en Oruro por Adán Sánchez.
Este mercado fue la solución a la demanda existente en Oruro porque entre 1892 y 1900, una gran población extranjera agrupadas en colonias formaba parte de la población orureña, ellos veían que no era civilizado comprar los productos en la calle, ya que estaban acostumbrados a la comodidad y progreso.
Las columnas de hierro, tirantes y calaminas fueron importadas desde ese país europeo, integrante de Gran Bretaña, a Oruro, una gestión que realizó el embajador de Bolivia en Londres, por ese entonces, Luis Zalles.
El paceño Adán Sánchez, fue quien edificó la construcción al igual que la Casa de Correos, la Aduana, el Palacio Prefectural, fue un profesional titulado en Paris
La obra fue iniciada por el alcalde de entonces José Víctor Zaconeta en 1903, para que Oruro cuente con un mercado central especializado ya que solo se podía ver las descargas de productos que traían a las zonas circundantes de la ciudad, que eran transportados con ayuda de mulas o llamas.
Este mercado se constituye en una muestra única por ser de hierro, y construido en primera instancia por el italiano Roque Montano, para ser concluida en Oruro por Adán Sánchez.
Este mercado fue la solución a la demanda existente en Oruro porque entre 1892 y 1900, una gran población extranjera agrupadas en colonias formaba parte de la población orureña, ellos veían que no era civilizado comprar los productos en la calle, ya que estaban acostumbrados a la comodidad y progreso.
Fermin Lopez, el
personaje
El año 1863 fue testigo del nacimiento de Fermín, el hijo de doña María Téllez León; quien años más tarde sería una de las figuras con grandes aportes a nuestra región.
A finales del siglo XIX, Oruro; según Alcides Arguedas; era una "Aldea grande", cuyo principal motor económico, venía de los cerros circundantes de donde se extraía el precioso metal y tenía pasos lentos de desarrollo a comparación de otros distritos de la República.
Sin embargo, en los años de vida de don Fermín, Oruro fue evolucionando en el aspecto social con el nacimiento del ferrocarril, el surgimiento de la economía del estaño y la llegada de capitales nacionales y extranjeros; en lo político, Oruro fue sede de varias sesiones del Congreso Nacional y se convirtió muchas veces en el punto estratégico de políticas comandadas por el partido liberal de finales del siglo XIX.
Los avances también se dieron en lo tecnológico con la implementación de alumbrado público y el ingreso de automóviles; en lo cultural con la creación del Teatro Municipal, en lo religioso con la fundación de nuevos conventos, etc.
Fue en este ambiente donde Fermín López Téllez realizaría su trabajo como periodista, abogado y político.
Como munícipe logró la creación del "Mercado Campero", la construcción del Hospital "San Juan de Dios"; uno de los más modernos de toda Bolivia y de incomparable construcción; y del "mercado de arriba" que en la actualidad lleva su nombre. Para este último cometido, logró que el reconocido Gustave Eiffel; creador de la famosa torre de Paris; logre la planificación estructural del mercado.
Su trabajo también se centro en la localidad de Huanuni, donde su señora madre tenía la hacienda y era dueña de algunos socavones. En esa tierra, la familia López Téllez era algo así como "benefactores" de esa población. En 1883 se forma la primera sociedad minera denominada TÉLLEZ HERMANOS, cuando los mineros Juan Fulgencio Téllez, Francisco Téllez y Fermín López logran asentarse en los cerros aledaños.
Como no puede ser de otra manera, también los López Téllez, más específicamente doña María, fue muy devota de la Virgen del Socavón, pues gestionó la llegada desde la república de Chile, la madera para el techo de la pequeña capilla del Socavón.
En el ámbito educativo, don Fermín trajo a varios profesionales expertos en pedagogía, para que atendieran con eficiencia las escuelas mantenidas por el municipio.
Periodísticamente creo varios medios impresos como "El federal", "La democracia", "La justicia" entre otros, pero su gran aporte fue la creación de "El industrial", que sería el medio impreso decisivo en el curso histórico.
"El industrial" se fundó en 1907 y reflejaba claramente la pujanza que vivía el Oruro de entonces. No estaba ni a favor ni en contra del gobierno central; eso fue lo que le llevó al éxito frente a otros periódicos claramente identificados.
Por más de 10 años "El industrial" de Oruro albergó a grandes periodistas y escritores de principios del siglo XX, este aspecto lo constituyó en el periódico más influyente de Oruro y gestor del actual matutino "LA PATRIA"
Actualidad
Hoy en día el
Mercado Fermín López se encuentra muy deteriorado con el paso del
tiempo, además de la falta de atención y cuidado tanto por la
autoridades ediles como la responsabilidad que deberían asumir los
propios comerciantes, la arquitectura es única y resaltan los
detalles en especial en las puertas exteriores como nos muestras las
siguientes imágenes.
Esperemos que esta obra patrimonial sea valorada y recuparada lo antes posible, todos sabemos que la destrucción de construcciones tan antiguas miuchas veces son irreparables e históricamente irremplazables .
Fuentes: las fuentes para el presente blog son en base a imágenes y redacción propia como también de Cazorla y del Periódico la Patria